viernes, 4 de diciembre de 2009

La fuerza de los débiles

Borro la última entrada que estaba a punto de acabar, guardo el borrado sin solución de continuidad y a tomar por culo. Estaba diciendo una cantidad de chorradas menopáusicas de impresión, un quintal de autocompadecimiento muy miserable y muy irritante. Lo siento, porque llevaba unos cuantos días sin postear, y estaba quedando rollizo y largote. Pero hoy he releído y ha sido de auténtica vergüenza ajena.

Tengo un sentido de la autocrítica muy pobre. Puedo detectar cuando un texto mío ha quedado bien o mal, pero nunca tengo el valor de eliminarlos y cagarme en mi calavera por parir textos mediocres. Hoy sí y lo he hecho y no me siento especialmente bien, lo cual en cierto sentido es una decepción. Pero tampoco puedo decir que me sorprenda. Habrá que seguir probando.

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