domingo, 15 de febrero de 2009

The Aurum Encyclopedia of Emotional Re-enacting

Este podría haber sido uno de esos fines de semana horribles, de los que te revuelven por dentro y te dejan el cuerpo como con una resaca anticipada, preveyendo el dolor de cabeza y el calentamiento de meninges que te esperan al día siguiente. Como que el cuerpo dice "si total, cuanto antes empecemos...", y te jode la noche. Pero no. Justo cuando parecía que la cosa se complicaba (no que se jodía, ni que se salaba, ni que se avinagraba, sino que simplemente se complicaba), recibí el típico sms que te salva no ya la noche, sino todo el ciclo anímico correspondiente. El típico sms de los de antes del twitter, de cuando era un triunfo expresarse en menos de 140 caracteres, ese sms que es sencillo e intenso e incluye una puntica en forma de puyazo al final, para quitarle importancia al principio y en realidad consigue justo lo contrario. Ese y no otro me salvó la noche y va camino de poner bien alto este mes en el calendario de cosas importantes que pasan a veces. En este caso, importante porque es la primera. Que es importante, eso.

Tenía pensado arrancar Pero eh cuando no tuviera nada mejor que hacer. Es decir, cuando me quedara sin trabajo. Pero he decidido empezar cuando tengo muchas cosas mejores que hacer que contar mis intimidades porque así, precisamente, todo lo que cuente será intenso, volátil y lenguaraz. Pero eh arranca ahora, y estará bien mientras ustedes quieran que esté bien.

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